Escuelas del Precursor 2009: 2009

Precursor: — Buenos días señor, mi nombre es Juanito precursor y...
Dueño de Casa: — No me interesa...
P :— Qué bueno que me haya dicho eso...me encanta...
DC:— ¿Cómo? No le entiendo…
P :— Verá usted. En toda la mañana nadie me ha hablado ni saludado siquiera. Usted es la primera y gentil persona que, al menos, me dirige la palabra. ¡Muchas gracias señor!
DC: — Bueno...de nada. Pero no deseo conversar con usted. No me interesa la religión...
P : — Lo felicito señor, sinceramente, créame....
DC: — ¿Ah si? ¿Qué quiere decir?...
P : — Verá... Hoy día muchas personas se han defraudado de las religiones. Y no es raro... las religiones hoy día solo se interesan en sacar provecho de la credulidad de la gente. Sin embargo existen muchas personas que tristemente siguen confiando en ellas y siendo embaucadas por las tradiciones no bíblicas. Pero se ve que usted no. Por eso me alegro.
DC: — ¿Y usted no pertenece a una religión?... ¿No hacen ustedes lo mismo?
P : — Bueno, créame que lamento mucho no poder demostrarle que usted está equivocado. Habría sido muy reconfortante.
DC: — Es que no puede... ¿verdad? ¡Ja!
P :_No señor mío. Si puedo. Lo que ocurre es que usted no desea comprobarlo.
DC: — ¿Yo?
P : — Sí. Bueno eso parece, al menos. Usted me ha dicho dos veces que no le interesa.
DC: — Es que ustedes son muy persistentes. Ya he tenido esa experiencia y de verdad me molesta.
P : — No lo culpo. A mi también me molesta cuando alguien trata de advertirme de un verdadero peligro sin que se lo haya pedido. Pero al final me doy cuenta que valió la pena escuchar. Después de todo, ha sido para mi propio beneficio ¿no le parece?
D.C: — ¿De qué diantre está hablando? ¿A qué peligro se refiere?
P : — Al peligro que mencionó Jesús, al cual se expondría la gente que viviera en lo que él llamó, el tiempo del fin, es decir, nuestro tiempo... ¿nunca lo ha leído en su Biblia?
D.C: — No me está bromeando ¿verdad?
P : — No, señor... cómo podría hacerlo. Lo que mencionó Jesús es algo muy serio. No podría bromear con ello. Pero... quizás otro día podríamos conversar de ello.
D.C: — (Tomándolo del brazo)... Usted no se me va de aquí hasta que me aclare todo eso que me está diciendo. ¡No faltaba más! Pase usted.
P : — Bueno, si usted insiste... (je, je)
Todos los días nos encontramos con personas que presentan objeciones al mensaje bíblico, pero si mantenemos una actitud positiva y procuramos vencerlas con tacto, es posible que lleguemos al corazón de los merecedores. No olvidemos que el éxito en el ministerio se mide por la calidad y no por la cantidad.
"Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan." (1 Timoteo 4:16)
Qué Jehová bendiga sus ministerios.
copiado del blog http://mimundorosa-luciana.blogspot.com/